Somos un grupo de profesores y estudiantes mexicanos que desde su trinchera, buscan re-actualizar las premisas teóricas e históricas que hagan viable replantear el socialismo en nuestro país y en América Latina. Entre sus propósitos centrales se encuentra plantear una historia del marxismo en México y sus relaciones con la producción latinoamericana y europea.
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domingo, 26 de agosto de 2012
Camarada, maestro, amigo: el adiós de Fernández Buey
MURIÓ FRACISCO FERNÁNDEZ BUEY
Con profunda pena, participamos la muerte del filósofo y hombre de acción, Francisco Fernández Buey (Palencia 1943-Barcelona, 25 de agosto de 2012).
Paco, desde su temprana juventud, fue expulsado de la Universidad en 1966 (a la que fue reintegrado en 1972) por sus actividades antifranquistas a través del “Sindicato Democrático de Estudiantes de la Universidad de Barcelona” y del “Partido Comunista Unificado de Cataluña”. Discípulo de Manuel Sacristán, fue parte de la revista Mientras tanto; co-dirigió la colección “Hipótesis” de Editorial Grijalbo y formó parte del consejo de redacción de la revistaMateriales. En una primera época publicó sobre problemas de metodología de las ciencias sociales; sobre Galvano della Volpe y sobre Albert Einstein. Desarrolló una intensa actividad teórica y práctica en el movimiento antinuclear en España y por la preservación de los sistemas ecológicos. Tradujo una gran cantidad de obras pero en especial El marxismo italiano de los años 60, que introdujo con un ensayo que tituló “El marxismo italiano entre la lúcida desesperación y el equilibrio en la crisis (1977) y en esta misma época, proviene Actualidad del pensamiento político de Gramsci (ed) 1977.
Más tarde, dio a conocer, entre otras obras, Marx (sin ismos) en 1998, que ha alcanzado varias ediciones; sobre la concepción clásica y actual de la utopía: Utopías e ilusiones naturales (2007) y una que no ha sido muy conocida en México: La gran perturbación. Discurso del indio metropolitano (1995) sobre la crisis ideológica de España de1550 a 1560.
Con Salvador López Arnal publicó también De la primavera de Praga al marxismo ecologista (entrevistas con Manuel Sacristán) (2004) y Por una universidad democrática (2009) que recoge sus reflexiones sobre la función social de la Universidad
Visitó varias veces nuestro país en donde impartió conferencias, seminarios e hizo muchos amigos y seguidores. Publicó en revistas como Memoria yDialéctica aparte de El Viejo topo; Rebelión y otras.
Su temprana muerte nos priva de uno de los pensadores de la izquierda más sensibles a los movimientos de vanguardia en todo el mundo: desde los altermundistas hasta los indignados. Uno de sus libros lleva un título que lo define en su personalidad: Discursos para insumisos discretos.
25 de agosto de 2012.
“Seminario sobre el socialismo del futuro. Adolfo Sánchez Vázquez”
sábado, 25 de agosto de 2012
domingo, 19 de agosto de 2012
Entrevista con Carlos Marx, por R. Landor.
Dirección de la
página en la que se puede ver la entrevista: www.nodo50.org/pretextos/Marx.html
Entrevista con Carlos Marx,
cabeza dela Internacional
cabeza de
Por R. Landor
Londres, 3 de
julio.- Me
encargaron averiguar algo acerca de la Internacional Association ,
y he tratado de hacerlo. La empresa resulta particularmente difícil en este
momento. Indiscutiblemente, Londres es el cuartel general de la asociación,
pero los ingleses están asustados, y en todas partes huelen algo internacional,
igual como el Rey Jaime creía sentir por doquier olor a pólvora después del
famoso complot (1). Como era de suponerse, la conciencia de la Sociedad se ha
incrementado a causa de las suspicacias del público, y si es que los que la
dirigen tienen algún secreto que guardar bien un secreto.
He visitado a dos de sus más importantes miembros, he hablado con uno de ellos libremente, y aquí les doy a ustedes lo esencial de mi conversación. He corroborado que es una sociedad de auténticos trabajadores, pero que estos trabajadores están dirigidos por teóricos sociales y políticos de otra clase.
Uno de los hombres que entrevisté, miembro prominente del consejo, estaba sentado en su banca de trabajo durante nuestra entrevista, y de vez en vez interrumpía nuestra conversación para recibir una queja, presentada en tono nada cortés, de uno de los muchos clientes de la vecindad que lo empleaban. Escuché a este mismo hombre pronunciar elocuentes discursos en público inspirados en cada frase con la energía del odio a las clases que se autodenominan sus amos.
Entendí los discursos después de este vistazo echado a la vida doméstica del orador. Seguramente él sentía que tenia cerebro de sobra para organizar un gobierno obrero, y sin embargo se veía obligado a dedicar su vida a las tareas más repulsivas de una profesión mecánica. Era orgulloso y sensible y sin embargo a cada paso tenia que responder con una inclinación a un gruñido y con una sonrisa a una orden que en la escala de las nuevas maneras se hallaba al mismo nivel que el llamado de un cazador a su perro.
Este hombre me ayudó a vislumbrar uno de los aspectos de la naturaleza dela Internacional , el
resultado del trabajo contra el capital, del obrero que produce contra el
intermediario que disfruta. Aquí estaba la mano que golpeará duro cuando llegue
el momento, y por lo que toca a la cabeza que proyecta, creo que también la vi,
en mi entrevista con el Dr. Karl Marx.
El Dr. Karl Marx es un doctor en filosofía (2) alemán, con una amplitud alemana de conocimientos derivada tanto de la observación del mundo viviente como de los libros. Debo pensar que nunca ha sido un obrero en el sentido ordinario del término. Su casa y su aspecto son los de un miembro acomodado de la clase media (3).
La sala a la que fui introducido la noche de mi entrevista habría resultado muy confortable para un próspero agente de bolsa que ya hubiera hecho carrera y estuviese empezando a hacer fortuna. Representaba el confort personificado, el apartamento de un hombre de gusto y de posibilidades, pero sin nada en él peculiarmente característico de su propietario.
Un hermoso álbum de vista del Rin sobre la mesa, sin embargo, daba un indicio de su nacionalidad. Atisbé cautamente en el florero sobre una mesita buscando una bomba. Olfateé tratando de descubrir petróleo, pero el aroma era el aroma de las rosas. Me arrellané cautelosamente en mi asiento, y aguardé melancólicamente lo peor.
El ha entrado y me ha saludado cordialmente, y estamos sentados frente a frente. Sí, estoy tete-a-tete con la revolución encarnada, con el verdadero fundador y espíritu guía de la sociedad Internacional, con el autor del aviso en el que se le advirtió al capital que si se oponía al trabajo debía esperar ver su casa quemada hasta el tejado, en una palabra, con el apologista dela
Comuna de París.
¿Recuerdan ustedes el busto de Sócrates, el hombre que prefiere morir antes de profesarles fe a los dioses de la época, el hombre con aquella fina línea de perfil para la frente que acaba ruinmente al final en un rasgo respingado y curvado como un gancho dividido en dos que forma la nariz? Visualicen mentalmente este busto, coloreen la barba de negro, salpicándola aquí y allá con algunos mechones grises; coloquen esta cabeza sobre su cuerpo corpulento de mediana altura, y el doctor está ante ustedes.
Pongan un velo sobre la parte superior del rostro y podrían estar en compañía de un miembro de la junta parroquial. Descubran el rasgo esencial, la inmensa frente, y al momento sabrán que tienen que vérselas con la más formidable de todas las fuerzas compuestas: un soñador que piensa, un pensador que sueña.
Otro caballero acompañaba al Dr. Marx, un alemán también, creo, aunque por su gran familiaridad con nuestro idioma no puedo estar completamente seguro (4). ¿Era un testigo del lado del doctor? Eso creo. El Consejo (5), al tener noticia de la entrevista, pudiera pedir al doctor un informe sobre la misma, porque la revolución es ante todo desconfiada de sus agentes. Aquí, pues, estaba su evidencia como corroboración.
Yo fui derecho a mi asunto. El mundo, dije, parecía estar a oscuras acerca dela Internacional ,
odiándola mucho, pero incapaz de decir claramente qué es lo que odia. Algunos,
que afirman haber atisbado en la penumbra algo más que sus vecinos, declaran
haber descubierto una especie de busto de Jano con una limpia y honrada sonrisa
de trabajador en una de sus caras y en la otra una mueca criminal de
conspirador. ¿Quería él aclarar el misterio que encubre la teoría?
El profesor rió, un poco halagado según sospeché, ante el pensamiento de que estuviésemos asustados de él. "No hay ningún misterio que aclarar, querido señor", comenzó, en una forma muy pulida del dialecto de Hans Breitmann, "excepto tal vez el misterio de la estupidez humana en aquellos que perpetuamente ignoran el hecho de que nuestra asociación es pública y que los más completos informes de sus actividades se publican para todos los que quieren molestarse en leerlos. Usted puede comprar nuestros reglamentos por un penique, y un chelín invertido en folletos le enseñará acerca de nosotros casi tanto como nosotros mismos sabemos.
He visitado a dos de sus más importantes miembros, he hablado con uno de ellos libremente, y aquí les doy a ustedes lo esencial de mi conversación. He corroborado que es una sociedad de auténticos trabajadores, pero que estos trabajadores están dirigidos por teóricos sociales y políticos de otra clase.
Uno de los hombres que entrevisté, miembro prominente del consejo, estaba sentado en su banca de trabajo durante nuestra entrevista, y de vez en vez interrumpía nuestra conversación para recibir una queja, presentada en tono nada cortés, de uno de los muchos clientes de la vecindad que lo empleaban. Escuché a este mismo hombre pronunciar elocuentes discursos en público inspirados en cada frase con la energía del odio a las clases que se autodenominan sus amos.
Entendí los discursos después de este vistazo echado a la vida doméstica del orador. Seguramente él sentía que tenia cerebro de sobra para organizar un gobierno obrero, y sin embargo se veía obligado a dedicar su vida a las tareas más repulsivas de una profesión mecánica. Era orgulloso y sensible y sin embargo a cada paso tenia que responder con una inclinación a un gruñido y con una sonrisa a una orden que en la escala de las nuevas maneras se hallaba al mismo nivel que el llamado de un cazador a su perro.
Este hombre me ayudó a vislumbrar uno de los aspectos de la naturaleza de
El Dr. Karl Marx es un doctor en filosofía (2) alemán, con una amplitud alemana de conocimientos derivada tanto de la observación del mundo viviente como de los libros. Debo pensar que nunca ha sido un obrero en el sentido ordinario del término. Su casa y su aspecto son los de un miembro acomodado de la clase media (3).
La sala a la que fui introducido la noche de mi entrevista habría resultado muy confortable para un próspero agente de bolsa que ya hubiera hecho carrera y estuviese empezando a hacer fortuna. Representaba el confort personificado, el apartamento de un hombre de gusto y de posibilidades, pero sin nada en él peculiarmente característico de su propietario.
Un hermoso álbum de vista del Rin sobre la mesa, sin embargo, daba un indicio de su nacionalidad. Atisbé cautamente en el florero sobre una mesita buscando una bomba. Olfateé tratando de descubrir petróleo, pero el aroma era el aroma de las rosas. Me arrellané cautelosamente en mi asiento, y aguardé melancólicamente lo peor.
El ha entrado y me ha saludado cordialmente, y estamos sentados frente a frente. Sí, estoy tete-a-tete con la revolución encarnada, con el verdadero fundador y espíritu guía de la sociedad Internacional, con el autor del aviso en el que se le advirtió al capital que si se oponía al trabajo debía esperar ver su casa quemada hasta el tejado, en una palabra, con el apologista de
¿Recuerdan ustedes el busto de Sócrates, el hombre que prefiere morir antes de profesarles fe a los dioses de la época, el hombre con aquella fina línea de perfil para la frente que acaba ruinmente al final en un rasgo respingado y curvado como un gancho dividido en dos que forma la nariz? Visualicen mentalmente este busto, coloreen la barba de negro, salpicándola aquí y allá con algunos mechones grises; coloquen esta cabeza sobre su cuerpo corpulento de mediana altura, y el doctor está ante ustedes.
Pongan un velo sobre la parte superior del rostro y podrían estar en compañía de un miembro de la junta parroquial. Descubran el rasgo esencial, la inmensa frente, y al momento sabrán que tienen que vérselas con la más formidable de todas las fuerzas compuestas: un soñador que piensa, un pensador que sueña.
Otro caballero acompañaba al Dr. Marx, un alemán también, creo, aunque por su gran familiaridad con nuestro idioma no puedo estar completamente seguro (4). ¿Era un testigo del lado del doctor? Eso creo. El Consejo (5), al tener noticia de la entrevista, pudiera pedir al doctor un informe sobre la misma, porque la revolución es ante todo desconfiada de sus agentes. Aquí, pues, estaba su evidencia como corroboración.
Yo fui derecho a mi asunto. El mundo, dije, parecía estar a oscuras acerca de
El profesor rió, un poco halagado según sospeché, ante el pensamiento de que estuviésemos asustados de él. "No hay ningún misterio que aclarar, querido señor", comenzó, en una forma muy pulida del dialecto de Hans Breitmann, "excepto tal vez el misterio de la estupidez humana en aquellos que perpetuamente ignoran el hecho de que nuestra asociación es pública y que los más completos informes de sus actividades se publican para todos los que quieren molestarse en leerlos. Usted puede comprar nuestros reglamentos por un penique, y un chelín invertido en folletos le enseñará acerca de nosotros casi tanto como nosotros mismos sabemos.
Landor: Casi... Sí, quizá sí; ¿pero
no será acaso lo poco que no llegue a conocer lo que constituya el misterio más
importante? Para ser muy franco con usted, y para poner el asunto tal como lo
ve un observador ajeno a él, este general clamor de desprecio contra ustedes
debe significar algo más que la ignorante mala voluntad de la multitud. Y
todavía es pertinente preguntar, incluso después de lo que usted me ha dicho,
¿qué es la
Sociedad Internacional ?
Marx: Sólo tiene usted que mirar a
los individuos que la componen: trabajadores.
Landor: Sí, pero el soldado tiene
que ser exponente del sistema político que lo pone en movimiento. Conozco a
algunos de sus miembros, y creo que no son de la misma pasta de que se hacen
los conspiradores. Además un secreto compartido por un millón de hombres no
sería de ninguna manera un secreto. Pero ¿qué pasaría si éstos fuesen
únicamente instrumentos en manos de, y espero que me perdone usted por lo que
sigue, un cónclave audaz y no muy escrupuloso?
Marx: No hay nada que pruebe eso
Landor: ¿La última insurrección de
París? (6).
Marx: Yo exijo primero la prueba
de que existió algún complot, de que sucedió algo que no fuese el efecto
legítimo de las circunstancias en aquel momento; o si se prueba el complot,
exijo pruebas de la participación el en mismo de la Asociación Internacional.
Landor: La presencia en el organismo
comunal de tantos miembros de la
Asociación.
Marx: Entonces ése fue un complot
de los masones, también, porque su participación en la tarea como individuos no
fue ciertamente pequeña. No me sorprendería, en realidad, descubrir al Papa
organizando toda la insurrección para su beneficio. Pero intente otra
explicación. La insurrección de París fue hecha por los trabajadores de París.
Los más capaces entre los obreros tuvieron necesariamente que ser sus líderes y
administradores; pero los más capaces entre los obreros resulta que son también
miembros de la
Asociación Internacional. Pero la Asociación como tal no
tiene que ser en modo alguno responsable de su acción.
Landor: No obstante, al mundo le
parece de otra manera. La gente habla de instrucciones secretas desde Londres,
e incluso de aportaciones de dinero. ¿Puede afirmarse que el carácter
supuestamente abierto de los procedimientos de la Asociación impide todo
secreto en las comunicaciones?
Marx: ¿Cuándo ha habido una
asociación que realice su tarea sin agencias tanto públicas como privadas? Pero
hablar de instrucciones secretas desde Londres, como si se tratase de decretos
sobre cuestiones de fe y moral desde algún centro de intriga y dominación
papal, es confundir completamente la naturaleza de la Internacional. Esto
implicaría una forma centralizada de gobierno de la Internacional ,
mientras que la forma real es precisamente la que da mayores oportunidades a la
energía e independencia locales. De hecho la Internacional no es
en absoluto un gobierno para la clase trabajadora. Es un lazo de unión más que
una fuerza de control.
Landor: ¿Y de unión para qué fin?
Marx: Para la emancipación
económica de la clase trabajadora mediante la conquista del poder político. El
uso de ese poder político para el logro de fines sociales. Es necesario que
nuestros objetivos sean así de generales para incluir toda forma de actividad
obrera. El haberlos hecho de un carácter especial hubiera sido adaptarlos a las
necesidades de una sección: una nación de trabajadores solamente. Pero ¿cómo
sería posible pedir a todos los hombres que se unan para obtener los objetivos
de unos pocos? Si hubiera hecho eso la Asociación habría perdido el derecho a su título
de Internacional.
La Asociación
no dicta las formas de los movimientos políticos: solamente requiere una
garantía de su finalidad. Es una red de sociedades afiliadas que se extienden
por todo el mundo del trabajo. En cada parte del mundo se presenta algún
aspecto especial del problema, y los trabajadores lo toman en consideración a
su manera propia.
Las combinaciones entre trabajadores no pueden ser absolutamente idénticas en detalle en Newcastle y en Barcelona, en Londres y en Berlín. En Inglaterra, por ejemplo, la vía de tomar el poder político está abierta para la clase trabajadora. La insurrección sería una locura allí donde la agitación pacífica puede encargarse de ello más rápida y seguramente.
En Francia, un centenar de leyes represivas y el antagonismo moral entre las clases parecen necesitar la solución violenta de una guerra social. La elección de tal solución es asunto de las clases trabajadoras en cada país.La Internacional no
pretende dictaminar en la cuestión y apenas si aconsejar. Pero a cada
movimiento le otorga su simpatía y su ayuda dentro de los límites marcados por
sus propias leyes.
Las combinaciones entre trabajadores no pueden ser absolutamente idénticas en detalle en Newcastle y en Barcelona, en Londres y en Berlín. En Inglaterra, por ejemplo, la vía de tomar el poder político está abierta para la clase trabajadora. La insurrección sería una locura allí donde la agitación pacífica puede encargarse de ello más rápida y seguramente.
En Francia, un centenar de leyes represivas y el antagonismo moral entre las clases parecen necesitar la solución violenta de una guerra social. La elección de tal solución es asunto de las clases trabajadoras en cada país.
Landor: ¿Y cuál es la naturaleza de
esa ayuda?
Marx: Para dar un ejemplo, una de
las formas más comunes del movimiento por la emancipación es la de las huelgas.
Antes, cuando una huelga tenía lugar en un país, era derrotada mediante la
importación de trabajadores desde otro. La Internacional casi
ha acabado con todo eso (7). Recibe información de la huelga que se proyecta,
difunde esa información entre sus miembros, quienes inmediatamente ven que para
ellos la sede de la huelga debe ser territorio prohibido. Así, los patronos son
dejados solos para que discutan con sus hombres.
En muchos casos, los hombres no necesitan más ayuda que ésa. Sus propias aportaciones o las de las sociedades a las que están afiliados más inmediatamente les suministran fondos, pero si la presión ejercida sobre ellos se hace demasiado pesada y si la huelga es de las quela Asociación aprueba,
entonces sus necesidades son cubiertas por el fondo común. Así fue como el otro
día logró triunfar una huelga de cigarreros de Barcelona.
Perola Sociedad
no tiene interés en las huelgas, aunque las apoya bajo ciertas condiciones. No
hay manera de que con ellas gane desde un punto de vista pecuniario, pero sí
puede perder fácilmente. Podemos resumir todo esto en una palabra. Las clases
trabajadoras siguen siendo pobres en medio del aumento de la riqueza,
miserables en medio del aumento del lujo. Sus privaciones materiales rebajan su
moral así como su estatura física. No pueden esperar ayuda de los demás.
Así, para ellas ha venido a convertirse en una necesidad imperiosa el tomar su caso en sus propias manos. Deben revisar las relaciones entre ellas mismas y los capitalistas y propietarios, y eso significa que tienen que transformar la sociedad. Este es el objetivo general de todas las organizaciones obreras conocidas; las ligas obreras y campesinas, las sociedades comerciales y de ayuda, las tiendas y talleres cooperativos no son sino medios hacia tal objetivo.
Establecer una perfecta solidaridad entre estas organizaciones es la tarea dela Asociación Internacional.
Su influencia está empezando a hacerse sentir en todas partes. Dos periódicos
difunden sus puntos de vista en España, tres en Alemania, el mismo número en
Austria y en Holanda, seis en Bélgica y seis en Suiza(8). Y ahora que ya le he
dicho lo que es la
Internacional , quizá esté usted en condiciones de formar su propia
opinión con respecto a sus pretendidos complots.
En muchos casos, los hombres no necesitan más ayuda que ésa. Sus propias aportaciones o las de las sociedades a las que están afiliados más inmediatamente les suministran fondos, pero si la presión ejercida sobre ellos se hace demasiado pesada y si la huelga es de las que
Pero
Así, para ellas ha venido a convertirse en una necesidad imperiosa el tomar su caso en sus propias manos. Deben revisar las relaciones entre ellas mismas y los capitalistas y propietarios, y eso significa que tienen que transformar la sociedad. Este es el objetivo general de todas las organizaciones obreras conocidas; las ligas obreras y campesinas, las sociedades comerciales y de ayuda, las tiendas y talleres cooperativos no son sino medios hacia tal objetivo.
Establecer una perfecta solidaridad entre estas organizaciones es la tarea de
Landor: No le entiendo muy bien.
Marx: ¿No ve usted que la vieja
sociedad, falta de fuerzas para defenderse con sus propias armas de discusión y
combinación, se ve obligada a recurrir al fraude de imputarnos una
conspiración?
Landor: Pero la policía francesa
declaró que están en condiciones de probar su complicidad en el último caso,
para no hablar de los intentos anteriores.
Marx: Pero nosotros sí diremos
algo de esos intentos, si usted lo permite, porque sirven perfectamente para
probar la gravedad de todos los cargos de conspiración levantados contra la Internacional. Usted
recuerda el penúltimo complot. Se
había anunciado un plebiscito (9). Se sabía que muchos de los electores se
halaban irresolutos. Ya no tenían una idea clara del valor del gobierno
imperial, habiendo acabado por perder la fe en los amenazantes peligros de la Sociedad de los que
supuestamente el gobierno los había salvado.
Se necesitaba un espantajo nuevo. La policía se encargó de encontrar uno. Como odiaban a todas las organizaciones de trabajadores, naturalmente deseaban hacer pasar un mal rato ala Internacional. Recibieron inspiración de una
feliz idea. ¿Qué tal si elegían a la Internacional como su espantajo, y así al mismo tiempo
desacreditaban a la sociedad y lograban favor para la causa imperial? De esa
feliz idea es que surgió el ridículo complot
contra la vida del Emperador, como si nosotros quisiéramos matar al condenado
viejo. Arrestaron a los miembros dirigentes de la Internacional. Fabricaron
evidencias. Prepararon su caso para juicio y mientras tanto tuvieron su
plebiscito (10). Pero la pretendida comedia no era, obviamente, sino una grande
y burda farsa. La Europa
inteligente, que era testigo del espectáculo, no se engañó ni por un momento
acerca de su carácter, y sólo el elector campesino francés fue embaucado. Los
periódicos ingleses informaron del inicio del miserable asunto; olvidaron
informar de su conclusión.
Los jueces franceses, admitiendo la existencia del complot por cortesía oficial, se vieron obligados a declarar que no había nada que demostrara la complicidad dela
Internacional. Créame , el segundo complot es igual que el
primero. El funcionario francés está nuevamente activo. Debe dar cuenta del
mayor movimiento civil que el mundo haya visto jamás.
Hay cien signos de los tiempos que sugieren la explicación correcta: el aumento de conocimientos entre los trabajadores, del lujo y la incompetencia entre sus dirigentes, el proceso histórico, ahora en desarrollo, de transferencia final de poder de una clase al pueblo, la aparente adecuación de tiempo, lugar y circunstancia para el gran movimiento de emancipación. Pero para haber visto todo esto el funcionario tendría que haber sido un filósofo, y él es solamente un mouchard (11). Por la ley de su propio ser, por lo tanto, sólo ha sido capaz de dar la explicación del mouchard: una conspiración. Su viejo archivo de documentos falsificados le proporcionará las pruebas y esta vez Europa, en su pánico, se tragará el cuento.
Se necesitaba un espantajo nuevo. La policía se encargó de encontrar uno. Como odiaban a todas las organizaciones de trabajadores, naturalmente deseaban hacer pasar un mal rato a
Los jueces franceses, admitiendo la existencia del complot por cortesía oficial, se vieron obligados a declarar que no había nada que demostrara la complicidad de
Hay cien signos de los tiempos que sugieren la explicación correcta: el aumento de conocimientos entre los trabajadores, del lujo y la incompetencia entre sus dirigentes, el proceso histórico, ahora en desarrollo, de transferencia final de poder de una clase al pueblo, la aparente adecuación de tiempo, lugar y circunstancia para el gran movimiento de emancipación. Pero para haber visto todo esto el funcionario tendría que haber sido un filósofo, y él es solamente un mouchard (11). Por la ley de su propio ser, por lo tanto, sólo ha sido capaz de dar la explicación del mouchard: una conspiración. Su viejo archivo de documentos falsificados le proporcionará las pruebas y esta vez Europa, en su pánico, se tragará el cuento.
Landor: Europa difícilmente puede
evitarlo, viendo que todos los periódicos franceses difunden la noticia.
Marx: ¡Todos los periódicos
franceses! Vea, aquí está uno de ellos (tomando La Situación ), y juzgue por
usted mismo el valor de su evidencia en cuanto hechos. (Lee) "El Dr. Karl
Marx, de la
Internacional , ha sido arrestado en Bélgica, cuando trataba
de escapar a Francia. La policía de Londres vigilaba desde hace tiempo la
sociedad a la que aquél está vinculado, y ahora está adoptando activas medidas
para su supresión". Dos frases y dos mentiras.
Usted ve que en vez de estar en prisión en Bélgica estoy en mi casa en Inglaterra. Usted debe saber también que la policía en Inglaterra es tan impotente para interferir conla Sociedad Internacional ,
como la Sociedad
con ella. Sin embargo, lo más probable en todo esto es que la noticia circulará
por toda la prensa continental sin una contradicción, y seguirá haciéndolo
aunque yo enviara circulares a cada periódico de Europa desde aquí.
Usted ve que en vez de estar en prisión en Bélgica estoy en mi casa en Inglaterra. Usted debe saber también que la policía en Inglaterra es tan impotente para interferir con
Landor: ¿Ha intentado usted rebatir
muchas de estas falsas informaciones?
Marx: Lo hice hasta que me aburrí
de la tarea. para demostrar el enorme descuido con que están elaboradas, puedo
mencionar que en una de ellas vi a Félix Pyat señalado como miembro de la Internacional (12).
Landor: ¿Y no lo es?
Marx: La Asociación difícilmente
podría haber hallado cabida para un hombre tan loco. Una vez fue lo bastante
presuntuoso como para lanzar una temeraria proclama en nuestro nombre, pero fue
instantáneamente desautorizado, aunque, para hacerle justicia, por supuesto que
la prensa ignoró la desautorización.
Landor: Y Mazzini ¿es miembro de su
organismo? (13).
Marx: (riendo): Ah, no. Habríamos
avanzado muy poco si no hubiéramos llegado más allá del límite de sus ideas.
Landor: Me sorprende usted.
Ciertamente hubiera creído que él representaba las posiciones más avanzadas.
Marx: El no representa más que la
vieja idea de una república de clase media. El se ha quedado muy atrás en el
movimiento moderno, como los profesores alemanes quienes, no obstante son
todavía considerados en Europa como los apóstoles del democratismo cultivado
del futuro. Lo fueron en otros tiempos; antes del 48, quizá, cuando la clase
media alemana, en el sentido inglés, apenas había alcanzado su justo
desarrollo. Pero ahora se han pasado en masa a la reacción, y el proletariado
ya no los reconoce.
Landor: Algunas personas han creído ver signos de un
elemento positivista en su organización (14).
Marx: Nada de eso. Tenemos
positivistas entre nosotros, y otros que no son de nuestra organización que
trabajan también. Pero esto no es por virtud de su filosofía, que no tendrá
nada que ver con el gobierno popular, tal como nosotros lo entendemos, y que
solamente busca poner una nueva jerarquía en lugar de la vieja.
Landor: Me parece a mí, entonces que
los líderes del nuevo movimiento internacional han tenido que formar una
filosofía así como una asociación para sí mismos.
Marx: Precisamente. Es
difícilmente posible, por ejemplo, que podamos esperar prosperar en nuestra
guerra contra el capital si derivamos nuestras tácticas, digamos, de la
economía política de Mill (15). El evidenció un tipo de relación entre el
trabajo y el capital. Nosotros esperamos demostrar que es posible establecer
otra distinta.
Landor: ¿Y con respecto a la
religión?
Marx: en ese punto yo no puedo
hablar en nombre de la
Sociedad. Yo personalmente soy ateo. Es sorprendente, sin
duda, escuchar semejante declaración en Inglaterra, pero hay cierto consuelo en
el pensamiento de que no tiene que hacerse un susurro ni en Alemania ni en
Francia.
Landor: ¿Y sin embargo usted ha
establecido su cuartel general en este país?
Marx: Por razones obvias; el
derecho de asociación es aquí algo establecido. Existe ciertamente, en
Alemania, pero es obstaculizado con innumerables dificultades; en Francia,
durante muchos años no ha existido en absoluto.
Landor: ¿Y los Estados Unidos?
Marx: Los principales centros de
nuestra actividad se encuentran actualmente entre las viejas sociedades de
Europa. Muchas circunstancias han tendido a impedir hasta ahora que el problema
laboral asuma una importancia predominante en los Estados Unidos. Pero están
desapareciendo rápidamente, y se está poniendo en primera fila con el
crecimiento, como en Europa, de una clase trabajadora distinta del resto de la
comunidad y divorciada del capital (16).
Landor: Parecería que en este país
la esperada solución, cualquiera que ella sea, podrá alcanzarse sin los medios
violentos de una revolución. El sistema inglés de agitar mediante los discursos
y la prensa hasta que las minorías se conviertan en mayorías es un signo
esperanzador.
Marx: En este punto no soy tan
optimista como usted. La clase media inglesa se ha mostrado siempre bastante
deseosa de aceptar el veredicto de la mayoría con tal de seguir disfrutando del
monopolio del poder de voto. Pero créame, tan pronto como se encuentre superada
en las votaciones por lo que considera cuestiones vitales, veremos aquí una
nueva guerra de esclavos contra amos.
"Aquí les he dado, tan bien como puedo recordarlos, los puntos principales de mi conversación con este hombre notable. Dejaré que ustedes saquen sus propias conclusiones. Cualquier cosa que pueda decirse a favor o en contra de la probabilidad de su complicidad con el movimiento dela Comuna , podemos estar
seguros de que en la Asociación Internacional el mundo civilizado
tiene un nuevo poder en su seno con el que pronto tendrá que ajustar cuentas
para bien o para mal".
"Aquí les he dado, tan bien como puedo recordarlos, los puntos principales de mi conversación con este hombre notable. Dejaré que ustedes saquen sus propias conclusiones. Cualquier cosa que pueda decirse a favor o en contra de la probabilidad de su complicidad con el movimiento de
Notas
(1).- El Complot de la Pólvora fue un complot
para acabar con el Rey, los Lores y los miembros de la Cámara de los Comunes en
Venganza por las leyes penales contra los católicos. En el momento en que Guy
Fawkes, agente de los conspiradores, estaba a punto de prender fuego a unos
barriles de pólvora que habían sido colocados debajo de la Cámara de los Comunes, fue
apresado, el 5 de noviembre de 1605. Desde entonces el 5 de noviembre es
conocido en la historia de Inglaterra como el Día de Guy Fawkes.
(2).- Marx recibió el título de doctor en Filosofía porla
Universidad de Jena en 1841. Su trabajo de licenciatura lo
realizó en las universidades de Bonn y Berlín.
(3).- La casa de Marx en Maitland Park Road era una vivienda confortable y muy espaciosa.
(4).- El otro caballero era probablemente Friedrich Engels, quien estaba también en Londres y a menudo visitaba la casa de Marx. Engels hablaba inglés correctamente.
(5).- El Consejo era el Consejo General dela Asociación Internacional
de Trabajadores, su órgano dirigente; se reunía semanalmente en Londres y
mantenía correspondencia con grupos obreros en otros países.
(6).- La insurrección de París se refería a la toma del poder por la clase trabajadora el 8 de marzo de 1871, y el establecimiento dela Comuna de París. La Comuna cayó el 28 de mayo
de 1871.
(7).- Ya en la primavera de 1866, el Consejo General estuvo activo durante las huelgas de sastres en Edimburgo y Londres cuando destruyó exitosamente los intentos de los patronos por romper las huelgas trayendo reclutas de Alemania. Una advertencia, escrita por Marx, fue publicada en el Oberrhenischer Courier del 15 de mayo de 1866; instaba a los trabajadores alemanes a que se mantuvieran fuera de Inglaterra y Escocia para "probar a otros países que ellos, como sus hermanos en Francia, Bélgica y Suiza, sabían como defender los intereses comunes de su clase y no se convertirían en obedientes mercenarios del capital en su lucha contra el trabajo" (Documents of the First International, pp. 367-68). En1869,
a sugerencia de Andrew Cameron, delegado del National
Labour Union al Congreso International en Basilea, el Consejo General
estableció una Oficina de Trabajo y emigración para impedir la emigración de
trabajadores de Europa para sustituir a huelguistas de los Estados Unidos. (Véase
Samuel Bernstein, The First International in America, Nueva York, 1965,
pp.33-34).
(8).- En esa épocala Internacional no tenía un periódico
verdaderamente oficial en los Estados Unidos, habiendo expirado, en septiembre
de 1870, el Arbeiter-Union, editado por Adolphe Douai. Existía aún, sin
embargo, el semioficial Bulletin de l'Union Républicaine y el Woodhull &
Claflin's Weekly que, aunque era órgano de la Sección 12 en la ciudad de
Nueva York, estaba en conflicto con los líderes de la Internacional.
(9).- El plebiscito fue convocado por Napoleón III el 7 de mayo de 1870, para confirmar ciertos cambios liberales a la constitución ofrecidos por el gobierno, y para montar un espectáculo de apoyo popular al Imperio. La secciones dela Internacional
abogaron por la abstención del voto.
(10).- En la víspera del plebiscito, la policía llevó a cabo tres arrestos masivos de miembros dela Internacional. El
juicio, en junio-julio de 1870, concluyó en condenas de prisión para varios de
los líderes de la
Internacional.
(11).- Soplón, espía, informante.
(12).- Marx se refería frecuentemente a Félix Pyat como ejemplo de vendedor de frases especializado en invocaciones al terrorismo hasta el momento en que él mismo salió huyendo. En una carta del 12 de mayo de 1871, Jenny Marx, la hija de Marx se refería a los "caballeros de la frase tales como Félix Pyat..." (Hal Draper, comp., Karl Draper, comp., Karl Marx and Friedrich Engels, Writings on the París Commune, Nueva York y Londres, 1971, p.223).
(13).- Giuseppe Mazzini (1805-1872) fue fundador de Joven Italia y del Comité Democrático Europeo con el objetivo de unificar a Italia. Su programa exigía la independencia y unidad de Italia bajo la consigna Dios y el Pueblo. Marx criticaba frecuentemente el carácter burgués del programa de Mazzini.
(14).- El positivismo era la filosofía de los seguidores de Auguste Comte, quien tomó de Saint-Simon una creencia de tipo religioso en la ciencia positiva, especialmente en la sociología (palabra inventada por Comte). Los positivistas eran reformistas burgueses y al tiempo que propugnaban un "completo ajuste de las relaciones del capital y el trabajo", se oponían a la violencia. Aunque los positivistas condenaron sus "medidas represivas", tuvieron una posición favorable ala Comuna , y alabaron actos
legislativos de la Comuna
tales como la abolición del ejército permanente, la abrogación de la pena
capital y la admisión de extranjeros en la administración.
(15).- John Stuart Mill (1806-1873), filósofo inglés y economista clásico cuyas opiniones se vieron influidas por la crítica socialista.
(16).- El 5 de marzo de 1852, Marx escribió a Josph Weydemeyer que la "sociedad burguesa en los Estados Unidos todavía no se ha desarrollado lo suficiente para hacer la lucha de clase obvia y comprensible". En 1881, sin embargo, escribió a F.A. Sorge que en los Estados Unidos "la economía capitalista y el correspondiente esclavizamiento de la clase trabajadora se han desarrollado más rápida y desvergonzadamente que en cualquier otro país" (Karl Marx and Frederich Engels, Letters to Americans, 1848-1895, Nueva York, 1953, pp. 44-129).
(2).- Marx recibió el título de doctor en Filosofía por
(3).- La casa de Marx en Maitland Park Road era una vivienda confortable y muy espaciosa.
(4).- El otro caballero era probablemente Friedrich Engels, quien estaba también en Londres y a menudo visitaba la casa de Marx. Engels hablaba inglés correctamente.
(5).- El Consejo era el Consejo General de
(6).- La insurrección de París se refería a la toma del poder por la clase trabajadora el 8 de marzo de 1871, y el establecimiento de
(7).- Ya en la primavera de 1866, el Consejo General estuvo activo durante las huelgas de sastres en Edimburgo y Londres cuando destruyó exitosamente los intentos de los patronos por romper las huelgas trayendo reclutas de Alemania. Una advertencia, escrita por Marx, fue publicada en el Oberrhenischer Courier del 15 de mayo de 1866; instaba a los trabajadores alemanes a que se mantuvieran fuera de Inglaterra y Escocia para "probar a otros países que ellos, como sus hermanos en Francia, Bélgica y Suiza, sabían como defender los intereses comunes de su clase y no se convertirían en obedientes mercenarios del capital en su lucha contra el trabajo" (Documents of the First International, pp. 367-68). En
(8).- En esa época
(9).- El plebiscito fue convocado por Napoleón III el 7 de mayo de 1870, para confirmar ciertos cambios liberales a la constitución ofrecidos por el gobierno, y para montar un espectáculo de apoyo popular al Imperio. La secciones de
(10).- En la víspera del plebiscito, la policía llevó a cabo tres arrestos masivos de miembros de
(11).- Soplón, espía, informante.
(12).- Marx se refería frecuentemente a Félix Pyat como ejemplo de vendedor de frases especializado en invocaciones al terrorismo hasta el momento en que él mismo salió huyendo. En una carta del 12 de mayo de 1871, Jenny Marx, la hija de Marx se refería a los "caballeros de la frase tales como Félix Pyat..." (Hal Draper, comp., Karl Draper, comp., Karl Marx and Friedrich Engels, Writings on the París Commune, Nueva York y Londres, 1971, p.223).
(13).- Giuseppe Mazzini (1805-1872) fue fundador de Joven Italia y del Comité Democrático Europeo con el objetivo de unificar a Italia. Su programa exigía la independencia y unidad de Italia bajo la consigna Dios y el Pueblo. Marx criticaba frecuentemente el carácter burgués del programa de Mazzini.
(14).- El positivismo era la filosofía de los seguidores de Auguste Comte, quien tomó de Saint-Simon una creencia de tipo religioso en la ciencia positiva, especialmente en la sociología (palabra inventada por Comte). Los positivistas eran reformistas burgueses y al tiempo que propugnaban un "completo ajuste de las relaciones del capital y el trabajo", se oponían a la violencia. Aunque los positivistas condenaron sus "medidas represivas", tuvieron una posición favorable a
(15).- John Stuart Mill (1806-1873), filósofo inglés y economista clásico cuyas opiniones se vieron influidas por la crítica socialista.
(16).- El 5 de marzo de 1852, Marx escribió a Josph Weydemeyer que la "sociedad burguesa en los Estados Unidos todavía no se ha desarrollado lo suficiente para hacer la lucha de clase obvia y comprensible". En 1881, sin embargo, escribió a F.A. Sorge que en los Estados Unidos "la economía capitalista y el correspondiente esclavizamiento de la clase trabajadora se han desarrollado más rápida y desvergonzadamente que en cualquier otro país" (Karl Marx and Frederich Engels, Letters to Americans, 1848-1895, Nueva York, 1953, pp. 44-129).
New York World,
18 de julio de 1871.
(Tomado de Philips S. Foner (Comp.), Karl Marx
Remembered, Synthesis Publications, San Francisco, 1983. Traducción de Ana María Palos).
miércoles, 8 de agosto de 2012
Novedad editorial
El conocido marxista norteamericano, F. Jameson ha lanzado ya hace un tiempo su propia lectura de El Capital. Representing Capital aparece ya en idioma español, donde Jameson realizará una lectura a partir del concepto de desempleo.
Democratizar los medios: Gabriel Vargas Lozano
(4) de la serie
¿HAY DEMOCRACIA EN
MÉXICO?
La importancia y
profundidad de la lucha por la democratización de los medios masivos de
comunicación.
Por Gabriel Vargas Lozano
Desde sus inicios, el movimiento
“#YoSoy132” ubicó como uno de sus objetivos principales la lucha por la democratización de los medios de
comunicación. Esta lucha ha tenido, recientemente, una importante expresión
a través de la “toma virtual” de las instalaciones de Televisa ubicadas en la
calle de Chapultepec de la Ciudad de México, del jueves 26 al viernes 27 de
julio, hecho que fue explicado a través de un escrito publicado por La Jornada (sábado 28 de julio). En ese
documento se expone, entre otras cosas, la forma en que el gobierno y su
partido (el PRI) establecieron, desde la década de los cincuenta, una alianza
con Emilio Azcárraga Vidaurreta, para controlar la información que se difundía
a través de sus empresas de radio y televisión y que ha continuado hasta la
actualidad mediante los acuerdos entre Azcárraga Jean y Enrique Peña Nieto.
Aquí encontramos una primera razón
de la importancia de la lucha por la democratización de los medios masivos de
comunicación: durante décadas, los medios estuvieron controlados por el
gobierno y dicha empresa impidiendo en forma arbitraria que los ciudadanos
tuvieran a su disposición las informaciones necesarias para formarse un
criterio propio.
A pesar de lo anterior, en el sector
de la prensa escrita pudieron ver la luz pública algunos periódicos y revistas
críticos como la revista Política dirigida
por Manuel Marcué Pardiñas, quien terminó en prisión a causa de la represión
del movimiento de 1968 y el periódico Excélsior
dirigido por Julio Scherer y quien fue
finalmente expulsado de la dirección del periódico mediante una trampa
organizada desde la presidencia de la República a cargo de Luis Echeverría
Álvarez. Hoy se ha abierto un poco más
el espectro con periódicos como La
Jornada y revistas como Proceso,
sin embargo, en los sectores del radio y la televisión se mantiene un fuerte
control y las voces críticas se reducen a Carmen Aristegui en el radio.
En lo que se refiere al radio y la
televisión, todo mundo sabe lo que ha pasado: el gobierno de Carlos Salinas de
Gortari, otorgó las principales concesiones a dos grupos: el presidido por Salinas
(Azteca) y el presidido por Azcárraga Jean (televisa) y para que esta medida
tuviera el efecto deseado, los medios oficiales
han disminuido o mediatizado su intervención.
Aquí encontramos la segunda gran
causa de la importancia del movimiento democratizador. En virtud de que la
mayoría de los mexicanos comenzaron a informarse a través de la radio y la
televisión en forma preferente, estos medios se convirtieron en la forma
privilegiada para la manipulación de la opinión pública y por tanto, en la pieza
clave para lograr el poder político.
La disminución de la actividad de
los medios de comunicación oficiales implicó, por un lado, que se perdiera el
fin social que debería tener el estado y la subordinación de éste, a los intereses
de la iniciativa privada. Este hecho es muy grave debido a que mientras el
Estado debería preservar su fin de servir a toda la sociedad, el único y más
importante fin de las empresas privadas es la ganancia y por tanto, todas sus
actividades están dirigidas a lograrlo. Es por ello que los contenidos de la televisión
privada están dedicados al entretenimiento y la difusión de los valores
mercantiles. El Estado, al ubicar a sus propios medios en esta dirección lo
único que hizo fue profundizar el proceso de analfabetización de los mexicanos.
Pero
el problema puede ser más grave, si vemos este asunto desde el punto de vista
de la ciencia y en específico de la neurobiología. El poder de los medios
electrónicos no proviene solamente de los fines señalados sino de la aplicación
de una serie de descubrimientos científicos que han permitido que los mensajes transmitidos
por la televisión penetren más en el sector de nuestras emociones y
sentimientos que en el sector de la conciencia y del raciocinio. Me explicaré:
la neurobiología del cerebro ha descubierto el sistema límbico que está
integrado por el tálamo, hipotálamo, hipocampo, la amígdala, cuerpo calloso,
septo y mesencéfalo. Su función es la integración de la memoria, los instintos
sexuales, las emociones, la personalidad y la conducta. La “amígdala” está
vinculada a nuestra capacidad de responder inmediatamente en forma emocional a
los estímulos. Se trata de un mecanismo defensivo muy primitivo y extraordinariamente
necesario para advertir, por ejemplo, una amenaza externa a nuestra integridad
personal o inclusive a la propia existencia. En ese mismo sentido, una melodía
puede suscitar en nosotros estados de ánimo diferentes como los de la alegría,
tristeza, euforia, tranquilidad, etcétera. Esta melodía toca nuestras fibras
sensibles antes de que el cerebro acceda al proceso complejo de la conceptualización
o racionalización. Por otro lado, tenemos en el cerebro otra zona denominada “hipocampo”
que guarda los recuerdos de hechos que nosotros presenciamos o imágenes que son
transmitidas por la televisión pero que nosotros guardamos como recuerdos
propios. Todo esto lo han estudiado con
detalle los neurobiólogos y a partir de ellos, los comunicólogos, los sociólogos
y los psicólogos y han utilizado estas informaciones para manipular las
capacidades naturales del individuo de manera absolutamente perversa. El
ejemplo más terrible lo pone Al Gore, en su libro El asalto a la razón. Como sabemos, George W. Bush, le robó las
elecciones presidencias a Al Gore mediante maniobras fraudulentas efectuadas
por su hermano que era el gobernador de Florida y que fueron legitimadas por la
Suprema corte de la nación (¿les recuerda algo que nos ha ocurrido?) Y en ese libro, quien fuera Vice-Presidente de
los Estados Unidos expone la forma en que el gobierno de Bush manejó, por un
lado, la ignorancia de la gente fomentada por la televisión en el sentido de
que Saddam Hussein no sólo había sido partícipe del atentado a las Torres
gemelas de Nueva York sino que tenía armas de destrucción masiva que podían ser
empleadas en contra de los ciudadanos norteamericanos. Esta manipulación del
miedo que resultó ser una inmensa mentira, fue el pretexto para masacrar al
pueblo de Irak y quedarse con sus yacimientos petroleros. Lo que se hizo en esa
ocasión fue utilizar el miedo y provocar una reacción claramente dirigida en
contra de un pueblo. Hasta aquí Al Gore.
Ahora bien, afortunadamente el
pueblo mexicano no ha practicado el imperialismo, sin embargo, los grupos de
poder sí han utilizado formas sicológicas que al combinarse con la
desinformación y la pobreza de las mayorías, tienen un efecto dañino en muchas
persona: pensemos solo en el slogan que se utilizó en el 2006, en el sentido de
que “Andrés Manuel López Obrador era un peligro para México lo que,
afortunadamente, el propio Andrés Manuel neutralizó en la campaña electoral que
acaba de terminar en su fase electoral.
Lo que ha venido a complicar las
cosas para los que desean controlar la circulación de la información ha sido el
uso del internet y todas sus posibilidades (correo electrónico, blogs, páginas
electrónicas, facebook, tweeter, podcast, etc.) debido a que, hasta ahora, estos
medios no han podido ser controlados aunque sí vigilados. Aquí desembocamos en
una contradicción más del sistema: por un lado, requiere el sometimiento
enajenado de los ciudadanos y por otro, necesita también vender los aparatos
electrónicos y todo tipo de servicios requeridos por la comunicación actual.
Esa contradicción pretende ser controlada por la famosa firma del acuerdo ACTA.
Por tales motivos, la democratización de los medios masivos de comunicación es
la base fundamental de la libertad ciudadana.
Todo lo anterior lleva a la necesidad de que se
efectúen tres operaciones: en primer lugar, que los medios masivos de
comunicación en manos privadas, se vean en la necesidad de abrir opciones para
que se reflejen otras posturas científicas, políticas, filosóficas y críticas y
no practiquen tan descaradamente el amordazamiento represivo de la opinión
pública; en segundo lugar, la necesidad de que los medios al servicio del
Estado, no se manejen como un bien privado sino como un medio a favor de la ciudadanía
en general y en tercer lugar, la importancia de abrir nuevos espacios, estos
sí, plenamente ciudadanos para que la gente, ahora sí, pueda elegir lo que le
interese. La democratización de los medios es una de las simientes fundamentales
de una verdadera democracia.
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